I wish you...

Ayer después de ocho horas de carretera, llegué a mi casa y me encontre con un ataque de histeria navideña colectiva.
Parece que a todo el mundo nos tenga que gustar la Navidad por obligación, aquí mis vecinos aparentan ser unos amantes de estas fechas, en realidad habría que ver cuantos de ellos son realmente sinceros al respecto. La verdad es que queda muy cool decir: "Amo la Navidad y toda su parafernalia." Pero a mi la gente no me engaña, yo soy el único que he dicho que esto de la Navidad es un asco, que cada año que pasa encuentro una razón más para odiarla.

La sala de estar de mi corridor parece ahora cualquier cosa menos eso, lo mejor de todo es que hay un mural colgado que nadie sabe para que sirve pero que lo colocaron porque quedaba muy "navideño", palabras textuales.
Por lo visto incluso hay gentes en este pasillo que gastaron dinero en comprar adornos, alguno incluso al ver mi cara de asco al encontrar tal panorama preguntó alegremente: "Así que no te gusta la Navidad. ¿Como puede ser eso?". Mi primer pensamiento fué contestar, ¿te lo cuento o te preparo una lista y esta noche te la envio por e-mail?, pero me limite a contestar no soporto la Navidad, las razones son mias...
Poco después se acerco otro de esos fans de Papá Nöel y me pregunto muy delicadamente: "¿Tu no has comprado nada verdad?", a lo que yo no respondí "Tu no has fregado tus platos de la cena verdad" o "No ha hecho tu colada esta semana, tu olor te delata". Encima pretenden que les pague para que monten su circo ridículo.

En realidad toda esta historia me llevó a una reflexión:

¿Por qué todo el mundo tiene que amar la Navidad y comportarse como un inepto cada vez que llegan estas fechas, cada año llegan antes, tan dificil es para todo el mundo comprender que hay entes a los que esto no nos gusta?
¿Tan difícil es confesar que desearías que llegara el Grinch y al final no cambiara de chaqueta?

El Grich es un traidor a nuestra causa, ojala pronto recapacite.