martes, noviembre 14, 2006

La historia de un nombre I: Los buenos tiempos.

Hace un tiempo que me rondaba por la cabeza dar una explicación más o menos coherente a cerca del origen de mi nombre, ahí va, pero me llevará por lo menos una o dos entregas más.

La historia de ese mote, Prikigol, es la historia de mi vida y mi vida empezó de forma curiosa.

Acababa un sabado,le gusta imaginar que llovía, pero no lo sabe en realidad, un minuto después lloraba un niño, ya tenía un nombre mucho antes de entonces, papá lo tenía claro, su nombre sería el mismo que el suyo y el de su padre, Angel. En realidad tenía otro nombre más, pero nunca nadie, ni él mismo permitió que lo utilizaran para referirse a él.
Creo que a mamá no le convencía mucho que su hijo se llamara igual que su marido, al menos le daba miedo que su hijo mayor, a con la treintena cumplida fuera para todos Angelito, por eso nunca permitió que nadie dijera a Angel de esa forma.
Mamá trabajaba en un super cerca de casa y papá hacía no mucho que trabajaba en una caja de ahorros, la historia de su noviazgo nunca le interesó demasiado, por lo que le contaron papá y mamá se casaron un veintisiete de agosto en Zaragoza, su ciudad y nueve meses despues él ya estaba con ellos.
Eran los buenos tiempos, Angel era el juguete de sus dos primas, unos diez años mayores, le tocaban la guitarra por las tardes después del colegio, no se perdían ni un solo baño y lo querían como a un hermano pequeño, para sus tías también era el niño de sus ojos y es que después de una década sin un bebé cerca un nene nuevo tiene los ojos de toda la familia encima.
Los padres de papá vivían en su pueblo y en realidad, él piensa que simpre estubieron lejos, los padres de mamá eran distintos ellos simpre serán sus "yayos", todas los dias cuando mamá iba a trabajar, su tía lo subía al coche y lo llevaba a casa de los yayos, donde él pasaba dias enteros jugando con los abuelos y sus dos tíos, para eso era el primer nieto y también el primer sobrino.
Nunca pisó una guardería, pero un año antes de empezar a ir al parvulario su tía lo llevaba todas las tardes al colegio y allí pasaba las horas jugando y observando como niños muchos más grandes que él aprendían a leer y a escribir.
De repente el colegio se convirtió en una obligación y todas las mañanas bajaba con mamá al garaje de casa y subía en el coche amarillo de su tía que además era su maestra y se dirigía hacia el cole.
Fueron los tiempos de la mesa amarilla, los primeros amigos de verdad, Jaime y Miguel Angel, la primera novia, Arancha, las competiciones por acabar pronto el trabajo en clase para jugar a construir aviones con los "clippo", los partidos de fútbol en la hora del recreo, claro que no nos dejaban bajar con balón y jugabamos con piedras... aún se pregunta porque las pelotas estaban prohibidas y volvían todos los dias a casa con las espinillas moradas. Nada importaba, mamá dejó el trabajo para ocuparse de él y de la hermana que llegó tres años y medio después, de nombre Isabel, como la yaya, además de un añadido que tampoco nadie llegó a utilizar nunca, seguían siendo los buenos tiempos. Salió del "Juan Ramón Jiménez" con la imagen de un disfráz de Capitán Ámerica, en una fiesta de carnaval.
Llegaron los tiempos de la primaria, un nuevo colegio, el "Doctor Azúa", muchas lágrimas el primer día y casi ningún conocido en clase, sus amigos ya no estaban. Pronto tubo un mejor amigo, Guillermo, iba a su clase y vivía en su urbanización, jugaban a fútbol, ya con balón en la hora del descanso, tenían muchos amigos y partidos a muerte contra los de la clase de enfrente y los del colegio de al lado.
Por las tardes quedaban y jugaban en el parque de debajo de casa o en el piso de cualquiera.
Angel estaba un poco triste porque todos los amigos de su clase se quedaban a comer en el cole y el volvía a casa y perdía las tres horas de juego entre las lecciones de la mañana y la tarde.
Al siguinete curso descubrió el baloncesto, en realidad a él lo que le gustaba era el fútbol, ya veía a su Zaragoza los domingos en el campo, pero en su estúpido colegio no había equipo de fútbol. Todos los amigos de clase entrenaban con él, dos horas a la semana.
En casa había otro motivo para la alegría, mamá estaba esperando un nuevo bebé, papá y mamá decidieron que el nombre lo elegiría Angel o su hermana según fuera chico o chica, además el que no eligiera el nombre tendría una habitación para él solo, una por otra, ni el mismo rey Salomón lo habría hecho mejor.
Y llegó, chico, Guillermo, como su mejor amigo, no podía ser de otra manera, sus padres estaban muy preocupados, ya que dudaban de la cristiandad de aquel nombre, Angel sabía que el problema era que no les gustaba, pero un trato era un trato. Nada importaba, eran los buenos tiempos.
Pero una tarde entre semana papá tubo que salir de casa precipitadamente.
Los buenos tiempos duraron ocho años.
Pero todo cambió.

5 Comments:

At 2:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

Y adonde fue papa?


Que torre! me dio la impresión de estar leyendo a Galdós!

Nahh mentira, ta re dulce el post

...ahora lo pongo entre dos panes y me lo como...

 
At 2:23 p. m., Blogger Prikigol said...

Eso te lo contaré en la próxima entrega, que creo que será más dura de escribir que esta...

Galdós, no me da ni para pisar su sombra...

Gracias!!!

 
At 8:41 p. m., Anonymous Anónimo said...

Que intriga...
Que bonito, enano, me encantan tus historias, ya lo sabes y aunque la conozco ya estoy esperando la proxima entrega, pareces un autentico escritor.
¿Has pensado alguna vez dedicarte a esto? Eres bueno.Un beso

 
At 8:51 p. m., Blogger Prikigol said...

Solo es por entretenimiento,aqui tengo muchas horas muertas...

 
At 2:27 p. m., Anonymous Anónimo said...

joer, ya me voy a tener q meter to los dias xa ver cm acaba l ahistoria esta.
parece ser q no osy el unico q apoya tu carrera d escritor.

por cierto, el 5 d diciembre debutams en el Rector, ya t irems informando d como va la cosa

 

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