domingo, febrero 11, 2007

Resaca...

Mañana de invitación y paseo, por fín pude bajar a tocar su ventana, además esta vez fué con su consentimiento, ayer por la mañana no había ni una sola nube en el cielo, todo lo que se veia era blanco, y el frío apretaba pero se podia aguantar. Salimos envalentonados, con dirección probablemente a ninguna parte, tanto es así que acabamos caminando sobre el hielo del lago helado. De sorpresa me encontré la cara llena de nieve, pensé ¡traición!, esto si que no me lo esperaba, pero solo estaba su risa, la nieve y el hielo bajo mis pies.
Al poco retomamos la marcha ya sobre tierra firme, dijiste que la nieve te recordaba a la playa, te conteste que pronto te llevaría a una y sonreiste, paseamos nos acercamos a los patos, que parecían inmunes al frío, asi seguimos poniendo paso tras paso, me decías lo peligroso que era coger un pato, no sabía que atacaban a los ojos decía yo con cara incredula, me hablabas del tamaño de los padrillos y de lo dificil que es separar a las madres de los hijos, ¡Estos dias solo pasean parejitas! exclamabas y yo buscaba como loco entre los paseantes encontrar excepciones, intentando vencer esas ganas enormes de besarte, pero no podía. Y así sin más nos plantamos en la cudad, sin mucha esperanza te comente que igual estaba pasando algo interesante, callejeamos y recordé aquella tarde en la que tenías tantas ganas de comerte un Big Mac, te propuse ir al Mac Donald´s pero esta vez preferías el Kebab. Acordamos regresar, teniamos otra larga caminata de vuelta a casa, esta vez el sol bañaba nuestras caras y por primera vez en mucho tiempo sentí que calentaba mis mejillas, nos cruzabamos con más parejas, muchas paseaban perrillos de los que tu quedabas prendada casi al momento, sentía algo cercano a la perfección, la foto de esos momentos no podía ser mejor. Y entonces algo te asustó, y como instintivamente me besaste, la justificación no fué otra un tímido "me asuste" y yo solo dije "ojala te asustaras más a menudo", con esa sensación llegamos al restaurante. Muy bueno, acabamos hartos de comida, nos despedimos pero acordamos vernos un rato después para cebar un mate. Cuando apareciste dijiste que tenías prisa, y yo me alegré de que gastaras unos minutos más a mi lado, mateamos y nos pusimos a ver videos de Gran Hermano, a ninguno nos gusta y reimos mucho, el tiempo voló y tu tenías que marchar, pero ni tu querías irte ni yo quería que te fueras de mi lado, no podía dejarte escapar, pero al final marchaste y ví como te alejabas de mi lado otra vez más, entonces es cuando empecé a contar los segundos que me quedaban para volver a verte.

Horas despúes ya acostado, volví a pasear a tu lado.