martes, diciembre 19, 2006

Ciertas verdades, sobre la amistad y mi desequilibrio emotivo.

Esta mañana he vuelto a llorar… últimamente esto se está convirtiendo en casi un hábito, lo preocupante es que no me había pasado nada similar ni tan intenso, como me viene ocurriendo desde pocas semanas antes de partir hacia mi aventura.
Supongo que será una fase y que como tantas otras terminará pasando, pero mientras escribo esto aún no me he reencontrado con mi familia y amigos, estoy meridianamente seguro de que con el reencuentro volverán a correr lágrimas.
La cuestión es que el otro día realizando uno de estos test tontos que de vez en cuando encuentras por Internet, el veredicto fue que mi parte masculina y femenina están equilibradas, talvez esta sea una razón válida para explicar mis reacciones de los últimos meses.
Realmente no sé si me gusta o no comportarme de este modo, lo cierto es que nunca había exhibido de forma tan pública mis sentimientos y en unos pocos meses ya me ha visto llorar más de una persona.
El desencadenante de hoy ha sido un mensaje de texto de despedida en mi móvil y el lagrimeo no duró mucho por que a mi lado había una persona que me dijo que dejara de hacer el tonto, que no era un adiós sino un hasta luego y realmente tiene toda la razón.
Realmente esta mañana se han juntado muchas sensaciones en mi cabeza y partir hacia España de nuevo ha supuesto pasar una página de mi vida… espero que cuando tenga que cambiar de capítulo todo este episodio de hipersensibilidad haya quedado un poco apartado.
Sentir semejante sensación de desamparo, de ser un ente diminuto, una gota de agua en medio de la tormenta, me ha superado, doce horas después y llegando a casa ya más sereno, tengo una visión mucho más positiva de los acontecimientos y de sus posibles futuros, Alex y Carlo partirán de Växjö, pero esa unión tan intensa, esa amistad incondicional no termina en Suecia, es cierto que puede que no volvamos a coincidir en muchas ocasiones, aunque eso nunca se sabe, pero hay recuerdos que son para siempre, y esos amigos de “fierro”, que hoy han madrugado mucho para despedirme, seguirán siendo amigos para toda la vida. Hay un triángulo Hamburgo-Roma-Zaragoza, un triángulo Gegen-Zocco-Angelito que en poco tiempo se ha endurecido como el granito y que ya nada puede destruir, o eso espero al menos.

3 Comments:

At 12:17 a. m., Blogger Prikigol said...

Por cierto, ya estoy en casa y no lloré cuando vi a mis padres.

 
At 12:35 a. m., Blogger Maxi Vittor said...

Vivis en Zaragoza? En el club de esa ciudad juega un ídolo de mi club, Pablito Aimar (nada que ver con el post, lo se)

 
At 1:07 p. m., Blogger Prikigol said...

Si, soy de Zaragoza y gran aficionado al fútbol, publique un post el dás 6 de novienbre hablando un poco de mis sensaciones a cerca de estar un año lejos y no poder ir a ningun encuentro en una temporada, despues ed no fallar nunca desde hace 15 años, Pablito es un crack, pero tambien hay otros dos ex de River D'aleassandro y Diogo, grandes jugadores también....

 

Publicar un comentario

<< Home