Ilusión incubada.

Él, creía en la Navidad, creía que algún día podría al fín decirse "este año, si que han sido felices Navidades", pero ese tiempo nunca llegaba, no podía recordar sus últimas buenas Navidades, tampoco recordaba la última vez que recibió la visita del Ratoncito Pérez, pero él confiaba en que algún día regresaría.
Todos los años esperaba con ilusión estas fechas, cada año con un poco menos, pensaba que así la decepción posterior era cada vez un poco menor, pero en realidad los golpes se sentían siempre igual o más dolorosos si cabe.
Quizás pronto consiga asumir que hay heridas que nunca terminan de cicatrizar y siguen sangrando pasen los años que pasen, asumirá que sus Navidades terminaron hace 16 años y que cada año para el la alegría finaliza antes de su comienzo, que esta vez antes de Nochebuena ya todo se ha acabado y que muy probablemente seguirá siendo así mientras las comparta con su familia, mientras siga compartiendo un techo en el que cada vez más a menudo se siente un extraño.
En estos momentos es cuando piensa que para perseguir sus sueños seguramente tendrá que abandonarlo todo y empezar a construir su propio mundo, lejos de todo lo viejo, lejos de su vida pasada.
Ha sido feliz estando lejos, por momentos pensó que extrañaba lo que tenía antes de salir y deseó volver a su antigua vida, pero con cada regreso el amargor aunmentaba cada segundo, estaba cansado de las actitudes hipócritas o victimistas que percibía a su alrededor, estaba harto de que los muertos estubieran siempre más presentes que los vivos y estaba cansado de que por la culpa de unos pocos el resto se cargaran a la espalda unos bultos que hace mucho que se deberían de haber arrojado al fuego.
Se equivocó de nuevo al pensar que con su regreso la primera comida en familia sería distinta, que la gente que le quería estaría alegre con su presencia después de mucho tiempo, pero nunca cambia nada, siempre es la misma tortura, siempre se sonríe si ganas.
El vuelo definitivo se acerca, está escrito en su destino, no tiene garantias, pero si esperanza y la certeza de que no tomará la mejor decisión, pero que será suya y de nadie más.